Jordi, España

«RENACER"

No fue una situación repentina. De hecho, hacia semanas intuía que alguna cosa pasaba ; dolor de espalda y cansancio eran los síntomas más relevantes.

Después de varios diagnósticos, las pruebas confirmaron que padecía un mieloma multiple, un tipo poco frecuente de cáncer de la sangre que afecta al sistema inmunitario. No podía creer lo que me estaba pasando. No aceptaba la realidad y estaba furioso, enfadado con el mundo entero. 

El desahogo lo padece siempre la persona que está a tu lado, que sin comprender muy bien lo que ocurre y temiendo lo peor, hace el corazón fuerte para afrontar la situación y ser el apoyo imprescindible para seguir adelante.

El hecho de vivir en una población alejada de la gran capital, era un inconveniente añadido a la enfermedad, ya que necesariamente tenia que desplazarme para recibir atención médica y cuando el ingreso en el hospital se hizo inevitable mi acompañante sufría más que yo, por el hecho de tener que desplazarse y buscar soluciones al alojamiento para estar a mi lado, para mi indispensable, ya que ,solo con su presencia me daba animo y serenidad.

El tratamiento de quimioterapia debilitó el cuerpo y las defensas frente al más simple resfriado. En dos ocasiones la neumonía fue la consecuencia más grave que obligó a detener las sesiones de quimioterapia hasta restablecer una cierta normalidad, pero, alargando el proceso. Finalmente después de ocho meses llegó el día de realizar un auto trasplante de médula osea, que, si no había complicaciones, era el paso definitivo para superar la enfermedad.

Fue una segunda parte muy distinta de lo que había pasado anteriormente. La preparación previa al auto trasplante, también con quimioterapia, se unió, a un aislamiento para evitar contagios, un malestar general, perdida de apetito, de movilidad i de peso corporal.

El personal médico te informa puntualmente que todo lo que te ocurre, entra dentro de la normalidad del proceso, pero tu mente te lleva por otros caminos. Piensas que quizá no acabe bien todo este esfuerzo y te preguntas, si en el mejor de los casos , podrás recuperar la vida anterior, tu trabajo y tus aficiones. El temor a una recaída en el tiempo, es la peor pesadilla.

Cuando sales del hospital para volver a tu casa, empieza una nueva etapa, el cuerpo se relaja y centras tu atención en recuperar la normalidad, pero la normalidad se resiste y fue cuando caí en una profunda depresión, difícil de comprender cuando todo había terminado con éxito, necesite ayuda psicológica ya que, sin ella, difícilmente habría salido del pozo en que caí.

La enfermedad, es también un proceso de sentimientos donde lo más importante siempre debe ser el enfermo y no la causa, ya que uno nunca se encuentra lo suficientemente preparado para afrontar un problema de salud grave. Al finalizar todo, te das cuenta que has cambiado una situación de crisis muy grave en una oportunidad de crecimiento personal que nunca antes habías imaginado, recuperando el valor de las pequeñas cosas en el camino de la vida, donde lo más importante no es llegar, sino el recorrido que cada uno sigue, las personas que te acompañan y lo que compartes.