Javier, Panama
Ya vamos para 3 años en esta lucha, silenciosa, dura, constante, una lucha que requiere mucha resiliencia, fortaleza y fe. Ganas de seguir adelante, ganas de vivir, de disfrutar la oportunidad de compartir con la gente que queremos.
La fortaleza interior es necesaria, a veces el cuerpo puede fallar, cansancio, dolor, molestias que acompañan no solo a la patología sino también los tratamientos, todos con efectos secundarios desde leves hasta bastante marcados, pero que constituyen la herramienta que tenemos a mano para luchar contra esta terrible enfermedad.
La determinación de luchar contra ella tiene que ser no solo del paciente sino del todo el equipo, familiares, cuidadores, médicos, todos, es una lucha en equipo.
La esperanza se recarga todos los días, esperanza de resurgir y dejar atrás los momentos difíciles, la inspiración y el acompañamiento, la empatía entre todos es necesaria.
Su historia es una inspiración para aquellas personas que también enfrentan el cáncer de mama. Carmen demuestra que, con valentía, determinación y una conexión con la vida, se puede superar esta enfermedad y encontrar la paz interior.