
Adriana, México

“El cáncer puso mi mundo patas arriba porque yo pensé que a mis 60 años nada de esto me iba a pasar, que ya la había librado y al final me detectaron un tumor.
El pronóstico fue un un poco fuerte, pero he llegado a la mitad de mi tratamiento con los mejores pronósticos y todo esto ha cambiado la forma en que yo veo esta enfermedad, la forma en que veo la vida y la forma en que mi familia aprendió a ver todo esto.
Pensando en llegar al final, esperemos que todo salga bien. La realidad es que de todo lo malo, han habido cosas muy buenas; me han tratado muy bien en FUCAM, toda la gente ha sido muy cariñosa, todo lo que estoy viviendo es muy fuerte, pero llegué a un lugar donde la gente tiene un gran corazón y no tengo nada más que agradecerle con todo mi corazón a las personas que trabajan en este hospital.” -Adriana